Según cifras manejadas por el Parlamento Europeo, y como muestra de la situación que se vive en el conjunto de Europa, la tasa de suicidios entre los médicos en países como Francia es tres veces superior a la de la población general, con un 14 % de muertes por esta causa entre los médicos frente al 6 % de la población general
Se considera que las difíciles condiciones de trabajo de los facultativos contribuyen al alto porcentaje de ideas suicidas, ya que las horas trabajadas van, en ocasiones, de 60 a 70 horas semanales en países como Francia.
Una tendencia similar se observa en otras partes del mundo como es el caso de Estados Unidos donde 400 médicos se suicidan cada año, es decir, con una tasa superior en un 70 % en los hombres y superior en un 250- 400 % en las mujeres con respecto a la población general.
En esta línea, la Confederación Medica Latinoiberoamericana (CONFEMEL) alertaba tan solo hace unos meses de la tasa de suicidios registrada entre el personal médico que ya duplica a la de la población general, y así lo puso de manifiesto en la "Declaración de Brasilia" donde manifestaba que la incidencia de patologías de la esfera psiquiátrica en el personal de Salud es cada vez mayor, vinculado a los altos niveles de exigencia y las dificultades vinculadas a las condiciones laborales. Dentro las mismas preocupa particularmente el aumento de los casos de "Burn out". Es por ello que solicitaron a las autoridades sanitarias de los distintos países miembros implementar políticas dirigidas a paliar esta situación y a mejorar las condiciones laborales en todos sus términos como medida directa para atacar esta lacra.
En Europa, el Parlamento ha solicitado, por tanto, a la Comisión Europea y a los Estados miembros que se elaboren directrices sobre la salud de los profesionales médicos en el trabajo y principalmente sobre la relevancia de un examen psicológico anual, así como a crear plataformas de colaboración de profesionales del sector médico que promuevan el bienestar en el trabajo y permitan comprender las causas de la prevalencia del suicidio entre los facultativos.
En este sentido, la OMC ha sabido prever la situación que ahora vive a nivel mundial la profesión médica, dotándose del Programa de Atención Integral al Médico Enfermo (PAIME), un un claro ejemplo de esta propuesta realizada por el PE, al ser una herramienta fundamental ante dos cuestiones claves: dar sentido a la función de salvaguarda y garantía de la buena praxis que los Colegios de Médicos tienen encomendada y, al mismo tiempo, poder atender a los médicos afectados hasta lograr su rehabilitación, a lo que se suma la Validación Periódica de la Colegiación (VPC) que certifica que el médico se encuentra en las mejores condiciones físicas y psíquicas para ejercer su profesión.