Aseo pero no rasurado. Los pacientes deben ducharse antes de una cirugía, pero no es necesario afeitar la zona que se va a intervenir para prevenir infecciones, según destacan las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con las que se buscan reducir el impacto de las bacterias resistentes.
Además, la administración de antibióticos ha de realizarse antes y durante la intervención, no después. Esta es otra de las 29 medidas que recoge el documento Global Guidelines for the Prevention of Surgical Site Infection, y que se publica hoy en The Lancet Infectious Diseases. Una veintena de expertos ha elaborado estas recomendaciones a partir de 26 revisiones recientes.
"Nadie debería enfermar mientras recibe atención", dice Marie-Paule Kieny, subdirectora general de Sistemas de Salud e Innovación de la OMS. "Nunca antes había sido tan importante prevenir las infecciones quirúrgicas, pero es complejo y requiere una serie de medidas preventivas. Estas directrices son una herramienta valiosa para proteger a los pacientes".
Las infecciones de la herida quirúrgica amenazan la vida de millones de pacientes cada año y contribuyen a la propagación de la resistencia a los antibióticos. En los países de ingresos bajos y medios, el 11 por ciento de los pacientes sometidos a cirugía están infectados en el proceso. En África, hasta el 20 por ciento de las mujeres sometidas a una cesárea contraen una infección quirúrgica, comprometiendo su propia salud y su capacidad de cuidar a sus bebés.
Pero estas infecciones no son solo un problema para los países más desfavorecidos. En Estados Unidos, contribuyen a que los pacientes necesiten más de 400.000 días adicionales de ingreso hospitalario, a un costo de 900 millones de dólares adicionales por año.
Las pautas de la OMS incluyen 13 recomendaciones prequirúrgicas y 16 durante y después de la cirugía. Van desde simples precauciones, como garantizar que los pacientes se aseen antes de la cirugía y la mejor manera para que los equipos quirúrgicos se limpien las manos, a orientar sobre cuándo usar antibióticos, qué desinfectantes emplear antes de la incisión y las suturas idóneas.
No había directrices internacionales basadas en revisiones científicas amplias, y sí en cambio, incoherencias en la interpretación de las recomendaciones existentes. Las nuevas directrices de la OMS son válidas para cualquier país. Complementan la popular Lista de verificación de la seguridad quirúrgica de la OMS.
Las directrices recomiendan que los antibióticos se utilicen para prevenir las infecciones antes y durante la cirugía únicamente y no después de la cirugía, como suele hacerse. De esta forma, se intenta detener la propagación de la resistencia a la antibioterapia.
Diversos estudios muestran que la implementación de una serie de medidas preventivas reduce significativamente el daño causado por las infecciones del sitio quirúrgico. Un estudio piloto en cuatro países africanos demostró que la implementación de una selección de estas nuevas recomendaciones podría resultar en una reducción del 39 por ciento en las infecciones del sitio quirúrgico. Sobre la base de estos ejemplos exitosos, la OMS está elaborando una guía y un conjunto de herramientas que ayudarán a las autoridades nacionales y locales a aplicar las recomendaciones.